Los tiempos actuales transcurren bajo el signo de la deshumanización y la violencia. La marcha inexorable hacia la homogeneización, estandarización y eficiencia conduce hacia el ideal de lo serial y repetitivo en la vida pública y en los espacios íntimos.

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La presión del algoritmo, la predicción y el análisis de información movilizan hacia una concepción del ser humano predecible, en la cual no queda lugar para la extrañeza o el misterio: todo es medible y predestinado por el algoritmo. Pareciera que el impacto producido por lo otro, lo ajeno, aún cuando se trata de mitigar al vérsele como un semejante enfrascado igualmente en su pantalla, no debiera suscitar tensiones y violencia en los tiempos actuales.

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Sin embargo, las expresiones hostiles, en su forma violenta o agresiva se presentan aún con fuerza atronadora, entre el escándalo, la indiferencia y la respuesta violenta hacia los perpetradores. El rompimiento de fronteras y la imposición se erigen todavía como mecanismos de elección para la precedencia del odio, antes del surgimiento del amor. La fascinación por dominar y ejercer poder sobre un objeto de satisfacción y frustración precede al llamado inserto en el amor. El misterio encarnado en el otro primero es fuente de agresión y solo después se le valora justamente a causa de su estatuto de desconocido.

En este ciclo de conferencias se trazarán guías en torno a la violencia y la agresión, sus diferencias, expresiones clínicas e intersecciones con lo social.